Diagnóstico de enfermedades

Muchas enfermedades son difíciles de diagnosticar y detectar, por lo que el inicio de su tratamiento puede comenzar demasiado tarde. Esto implica con frecuencia que empeore el estado de salud y sea más difícil su tratamiento. Gracias a las propiedades físicas y químicas de las nanopartículas, es posible tomar imágenes del cuerpo para visualizar las diferencias entre un tejido sano y enfermo con una alta sensibilidad. Esto ha sido aplicado en diversas enfermedades como, por ejemplo, el cáncer o el Alzheimer.

Otro ejemplo es en enfermedades donde se afecta la función de los riñones. Los científicos han elaborado nanotubos de oro que se unen a una sustancia liberada solamente cuando los riñones están dañados. Cuando la sustancia se une al nanotubo, el color cambia y permite detectar que hay un problema con este órgano.